"Dadas
las malas condiciones que reunía la Aduana vieja de la plazuela de la Leña, calificada
por Fernández de los Ríos en su "Guía de Madrid" (1876) de innoble casucho, a
fines de 1760, es decir, un año después de su llegada a Madrid, decide, el rey Carlos
III, la construcción de una nueva Aduana". "Decidido el emplazamiento, el rey
encargó al arquitecto don Francisco Sabatini la confección de los planos
necesarios para la ejecución de la obra". Del libro "La Aduana de Madrid en
tiempo de Carlos III" de D. Juan Carlos de Ory y Aranaz. |
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